16.11.09

Como acabar com as guerras

Daniel Samper Ospina, colombiano, explica porque não se importa que haja uma guerra entre a Venezuela e a Colômbia. E convida os presidentes a acabarem cada um com o seu próprio país, para evitar o trabalho de destruir o outro...

«Soy pacifista. Invito a los dos presidentes a que cada uno acabe con su país, como lo han hecho con gran éxito, para evitarse la fatiga de destruir al otro.

... Sé que no es fácil reconocerlo, pero voy a tomar impulso: la verdad sea dicha, no me parece tan grave que haya guerra con Venezuela. No me parece preocupante, de verdad. ¿Qué puede dañar un misil si cae por acá? ¿La Caracas? ¿El Monumento de los Héroes? ¿Mesitas del Colegio? Seamos francos: nadie notaría si cae una bomba en la autopista norte: desde hace 35 años está como si le hubiera caído la bomba atómica.

... Digámonos la verdad: en términos generales, Colombia es un país de irresponsables. Pongo por caso el del presidente Uribe, Samuel Moreno y toda esa comparsa delirante que fue a pedir la sede de los juegos panamericanos: ¿dónde querían hacer esos juegos? ¿En El Campincito? ¿En la cancha del Gimnasio Moderno? ¿Dónde pensaban hacer las carreras de natación, las competencias de clavados? El único lugar que se me ocurre es la calle 26, cuando se inunda, porque en el Aquapark de la 68 cada estafilococo es del tamaño de un sapo, y en Colombia los sapos son grandes: el más chiquito es Rodrigo Rivera, para que calculen.»

Recortes do seu artigo de 14 de Nov. 2009 em SEMANA.COM

Para não voltar tão cedo à Colômbia, acrescento já aqui uma frase do Presidente, Álvaro Uribe, que Daniel Ospina certamente saberia comentar com ironia:

“Mi insistencia todos los días a mis compañeros de Gobierno es: afecto con amor al pueblo colombiano, porque de pronto hacen falta los recursos, hay déficit y endeudamiento, pero desde que haya amor a la Patria, afecto desbordado al pueblo colombiano, vamos saliendo adelante, apreciados compatriotas”

1 comentário:

Sensualidades disse...

A america latina tem uma propensao enorme para ditadores, devem ser os ares, ou a comida.

Ao menos o espirito revolucionario ainda esta presente la, em exagero mas presente, nos por aqui a unica revolucao que fazemos e mandar um mail quando mudam o horario dos morangos

Estou feliz por voltar a casa ( Silves) depois de ter estado fora de Portugal quase um ano
jokas
Paula